La toxina botulínica se utiliza como terapia no quirúrgica en el rejuvenecimiento y mantenimiento del tono facial ya que con el paso del tiempo la piel pierde el tono y la textura juvenil o se fortalecen ciertos músculos faciales que pueden producir arrugas pronunciadas en sitios específicos como la frente el entrecejo la región peri orbitaria entre otros, su uso es seguro y confiable ya que tiene certificación FDA y registro invima.
Se coloca en forma subcutánea y la duración del efecto deseado va entre 4 y 7 meses dependiendo del tipo de toxina, su concentración proteica y sitio de colocación.
Es un procedimiento ambulatorio y requiere de una tarde de reposo.